Mujeres políticas
(Publicado hoy en Diario Exitosa)
En una entrevista reciente hecha por el venezolano Moisés Naím, la prestigiosa directora del FMI, Christine Lagarde, enumera una serie de virtudes que las mujeres tendrían frente a los hombres: son más propensas a crear consensos, manejan mejor los riesgos y son mejores líderes en momentos de crisis. Además son más pacientes con sus proyectos de vida -el esfuerzo adicional de la maternidad les obliga a ello- y son más capaces de manejar varios pendientes a la vez.
Es difícil generalizar, pero en un mundo de cambios, incertidumbre y competitividad, la habitual menor soberbia de las mujeres las vuelve muy poderosas. Lo anterior explica las afirmaciones de Lagarde, porque el soberbio tiende a buscar una narrativa o verdad final que le permita juzgar y señalar al otro para autoafirmarse, en vez de aceptar la duda permanente y por lo tanto estar dispuesto a mutar de perspectiva para lograr acuerdos.
Desde luego, quien admite la duda como situación emocional es también capaz de controlarse en un momento difícil, porque no se evalúa dramática ni “históricamente” cuando se mira el ombligo. Y alguien modesto siempre manejará mejor los riesgos, pues como el ego no lo domina, podrá ser un conservador táctico cuando sea necesario. Se sabe, finalmente, que la paciencia nunca retrocede por rechazo mayoritario, porque llega a la meta sin violentar escenarios.
Las mujeres -sobre todo las peruanas- deben participar cada vez más en política, y no solo por un tema de representatividad e igualdad democrática, sino porque necesitamos de las virtudes evidentes que Lagarde enumera. La negociación amigable o conveniente de las diferencias y un grado mínimo de confianza siempre fueron fundamentales en el reformismo político: hoy son el tesoro más buscado del reino, y las mujeres pueden conquistarlo.
Tenía razón Susana Villarán cuando decía que la política peruana es muy masculina. Me pregunto cómo será gestual y administrativamente el liderazgo político de una mujer que abandona buena parte de los patrones masculinos del gremio. Sin duda es difícil saberlo: todo cambio es lento y toda novedad trae referencias preliminares.